A unos 800 metros de altitud y entre los parques naturales alicantinos de Sierra Mariola y La Font Roja, encontramos el valle de Polop, y en él, la finca rústica que acoge a la Masía el Altet. A vista de pájaro, sobrevolando este entorno privilegiado del que ya escribió en 1797 Antonio Cavanilles (botánico real de Carlos III), se descubre una masía del Siglo XVII; que, ocultada por Pinos, Carrascas, Sabinas, Enebros, Fresnos y Arces, domina una isla de 14.500 olivos y 70 hectáreas de terreno cultivado, que desde 2005 produce Oro Líquido en forma de uno de los mejores AOVE del mundo.

La historia de MANERO se entrelaza con otras paralelas que, como las nuestras, están construidas de pasión por el trabajo en búsqueda de lograr la máxima excelencia y perfección de un producto. Un ejemplo de ello es nuestro nuevo Aceite de Oliva Virgen Extra MANERO, que junto al trabajo de Jorge Petit y el de su familia, ha logrado que podamos disfrutar hoy, de un aceite de gran calidad nacido en la provincia de Alicante.

Es difícil transmitir lo que pueden llegar a significar los olivos para una familia. Pero cuando ves que su vida gira en torno a ellos, que por miles rodean su hogar, y que son el motivo de sus paseos una vez termina el día; entonces comprendes lo fuerte que es esa relación, y que de ella no puede surgir nada que no sea magnífico. Este sentimiento es el que nos hizo llegar Jorge desde el mismo momento en el que lo vimos, por ello le damos en este primer artículo el protagonismo a la visión que nos transmitió del trabajo que realizan desde su masía. Un trabajo que mantiene como filosofía, la atenta observación del terruño y su entorno, lo que incluye tanto a la misma naturaleza que lo forma y lo habita, como el clima que afecta al cultivo durante todo el año, especialmente cuando se acerca el momento de la recolección. Y eso, solo se puede hacer bien, con la constante presencia en él; algo que Jorge demuestra con sus paseos entre los olivos que cuida y que rodean la casa donde vive.

Para satisfacer los paladares más exigentes, hemos trabajado para mantener en el aceite Manero Masía el Altet las mejores cualidades organolépticas. Por ello, uno de los pasos más importantes es el momento de maduración óptimo en el que debe recogerse su aceituna, para conseguir que tenga el estado fenólico ideal. Por ello es importante que la aceituna se recolecte de los olivos durante la parada vegetativa, antes de que alcance su maduración y en el menos tiempo posible, impidiendo siempre que la aceituna sufra heladas antes de ser molturada. Así, la oliva joven de primera cosecha, consigue ese aceite verde que contiene algunos rasgos esenciales que destacan por ser más afrutados, amargos, naturales y frescos.